«Si alguna vez deseas volver a ser como un niño, sumérgete en el fabuloso mundo del Juego de la Oca, donde malabaristas, acróbatas, payasos, personajes de ensueño y seres fantásticos, te guiarán por el camino que te lleva al Jardín…»….

Para esta entrada hemos tomado en préstamo la invitación que se nos hacía desde el tablero de El Juego de la Oca, porque da cuenta de lo que significa el mundo de los juegos y, sin que nos diéramos cuenta entonces, nos ubicaba en un jardín que mucho tuvo que ver con el Edén.

Un lugar mítico. Espacios que pudieron haber estado revestidos de hiedras o adquinados con granito rosáceo, veredas que pudieron ser de tierra o calles cuyo asfalto renegrido en el verano se pegaba a las rodillas. Los sitios en los que aprendimos a sentirnos responsables y a tomar decisiones entre risas.

 

Las actividades con mayor potencial de aprendizaje, diálogo y socialización son, sabido es, los juegos. Y por esa razón en Cuéntame.2 hemos abierto una línea de debate en la que dialogaremos trans-generacionalmente revisitando y reconociendo juegos y canciones que alguna vez nos dieron forma.

A partir de un viejo vídeo (¿o video?) de apenas 8 minutos que documenta juegos infantiles en el Montevideo de 1965, hallado hace poco tiempo en los archivos de la Universidad de la República (Uruguay), propondremos una serie de reflexiones acerca de los cambios que se han experimentado a lo largo de las últimas décadas en ámbitos como:

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1) el uso de los espacios públicos y su apropiación o extrañamiento,

2) las relaciones interpersonales infantiles no mediatizadas por el mundo adulto,

3) los cuerpos y los movimientos en una era todavía libre de snacks.

4) el género y la naturalización de la violencia en las narrativas inocentes.

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Compartiremos aquí próximamente los resultados del taller «Niñas y niños en la era pre-snack» a realizarse junto al grupo de adultos mayores de habla hispana de Davenport Perth Community Center y los jóvenes de la organización Teach2Learn en abril y mayo de 2019.